martes, 4 de mayo de 2010

Epitafio para aquel que ha llegado


No vayas a mi tumba y llores
pues no estoy ahi.
Yo no duermo.
Soy un millar de vientos que soplan,
el brillo de un diamante en la nieve,
la luz del sol sobre el grano maduro,
la suave lluvia de verano.
En el silencio delicado del amanecer
soy un ave rapida en vuelo.
No vayas a mi tumba y llores,
no estoy ahi,
yo no mori.


Indio americano anonimo

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